"El teniente coronel Millán Astray salió de la tienda seguido por un par de oficiales. La multitud quedó en silencio. El jefe estiró su armazón huesuda, mientras las manos retorcían un guante volviéndose hasta mostrar su forro de pelo. El peso total de su voz estentórea llenó el campamento y los ruidos de las otras unidades se apagaron en susurros. Ochocientos hombres trataban de oírle y escuchaban:
-¡Caballeros legionarios! Sí. ¡Caballeros! Caballeros del Tercio de España, sucesor de aquellos viejos Tercios de Flandes. ¡Caballeros!... Hay gentes que dicen que antes que vinierais aquí erais... yo no sé qué, pero cualquier cosa menos caballeros; unos erais asesinos y otros ladrones, y todos con vuestras vidas rotas, ¡muertos! Es verdad lo que dicen.
Pero aquí, desde que estáis aquí, sois Caballeros. Os habéis levantado, de entre los muertos, porque no olvidéis que vosotros ya estabais muertos, que vuestras vidas estaban terminadas. Habéis venido aquí a vivir una nueva vida por la cual tenéis que pagar con la muerte. Habéis venido aquí a morir. Es a morir a lo que se viene a la Legión. ¿Quiénes sois vosotros? Los novios de la muerte.
Los caballeros de la Legión. Os habéis lavado de todas vuestras faltas, porque habéis venido aquí a morir y ya no hay más vida para vosotros que esta Legión. Pero debéis entender que sois caballeros españoles, todos. Como caballeros eran aquellos otros legionarios que, conquistando América, os engendraron a vosotros. En vuestras venas hay gotas de la sangre de aquellos aventureros que conquistaron un mundo y que, como vosotros, fueron caballeros, fueron novios de la muerte. ¡Viva la muerte!"
"La forja de un rebelde". Arturo Barea.
1 comentario:
Viva España,viva la legión y viva el Rey!!!
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