miércoles, 30 de noviembre de 2022

El egoísmo como sistema


 

"Pero el hombre tiene necesidad casi constante de la ayuda de sus hermanos y en vano esperará que ésta nazca únicamente de su benevolencia. 

Más probable será que se imponga si logra que el egoísmo ajeno esté a su favor, mostrando a los demás que será en su provecho hacer por él lo que les solicita. 

Cualquiera que sea el trato que a otra persona se proponga, la intención será esta;  dadme lo que quiero y tendréis lo que queréis.

No es de la benevolencia del carnicero, del cervecero o el panadero de donde cabe esperar nuestro almuerzo, sino de la atención a su propio interés. 

No invocamos su humanidad, sino su egoísmo y nunca les hablamos de nuestras propias necesidades, sino de las ventajas que ellos mismos obtendrán.

Por consiguiente, dejando completamente a un lado cualquier sistema fruto de la preferencia o de la restricción, el carácter evidente y sencillo del sistema de la libertad natural cae por su propio peso. 

Siempre que no vulnere las leyes de la justicia, cualquier hombre será totalmente libre para buscar su propio interés como le plazca y para, utilizando su industria y capital, entrar en competencia con la industria y el capital de cualquier otro hombre u estamento humano".


"La mano invisible".  Adam Smith.

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