"Se puede destacar entre los motivos propiamente políticos, el deseo de crear una masa de propietarios que fuesen adeptos a las instituciones liberales y mantuviesen el nuevo régimen, así como el hecho de que los liberales tuviesen a la mayoría de los eclesiásticos como enemigos, especialmente desde el comienzo de la guerra carlista.
Ello, no obstante, sin olvidar que no fueron los extremistas quienes comenzaron la desamortización, sino Carlos IV en 1798, aunque no de manera unilateral sino de acuerdo con Roma.
En la polémica sobre la venta de bienes del clero, se plantean básicamente tres interrogantes; ¿le es lícito al clero poseer bienes? ¿le está permitido a la sociedad usar de ellos, desamortizándolos? En el caso de que la respuesta sea afirmativa, ¿sería aconsejable proceder a la desamortización en las circunstancias concretas de los años 1834 a 1836?
Nos interesa sobre todo la forma de responder del liberalismo progresista, que será quien lleve a cabo la desamortización; nos interesa también la respuesta del liberalismo moderado, que respetará lo realizado por los progresistas.
El progresismo afirma que los religiosos, por esencia, deben vivir sin posesiones; según ellos, se trata de un argumento evangélico, por lo que exigen una reforma eclesiástica.
En consecuencia, la nación está plenamente facultada para intervenir en unos bienes que, propiamente, no son particulares, sino de unos cuerpos extraños.
La propia exposición de motivos del R.D. de Mendizábal refleja las razones que para los progresistas hacen aconsejable la medida en ese momento. Estos argumentos son recogidos por la prensa progresista en los años 1835 y 1836; reactivar el dinamismo económico del país y crear una masa de hombres beneficiados por el sistema establecido que se muestren partidarios de la nueva política".
"La desamortización de Mendizábal y Espartero en España". Germán Rueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario