Con mucha frecuencia, los caciques ayudaron a sus corregidores o extorsionaron a los indios por cuenta propia, sin reparar en consideraciones raciales, religiosas o de dignidad personal, dominados por la codicia de poseer las migajas del corregidor al amparo de toda sanción.
Los naturales soportaron con cierta resignación estas arbitrariedades cuando provenían de indios principales y nobles, pero cuando los caciques fueron mestizos o hasta peninsulares, la repulsa fue visible, adquiriendo estas reacciones un tinte de violencia inusitada.
Corregidores y caciques, mancomunadamente fusionados en lo ilícito, abrumaron económicamente a los indios que constituían la fuerza de trabajo por excelencia de la época virreinal.
Tan exagerada explotación condujo a un progresivo decaimiento del sistema colonial".
"La rebelión de Túpac Amaru". Daniel Valcárcel.
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