"Por consiguiente, el ascetismo era más capaz, cuanto más completo, de alejar al asceta, debidamente, del mundo. Lutero comenzó por romper con ello. Calvino, captándolo de aquel, hizo lo mismo. De este modo, se levantaron vallas para impedir la fuga ascética del mundo, desde entonces, los temperamentos más firmes y apasionadamente íntimos, se vieron precisados a realizar con el trabajo profesional sus aspiraciones ascéticas en el mundo.
El trabajo es el medio ascético más antiguo y acreditado. Aparte, previene con suma eficacia contra todas las tentaciones agrupadas por el puritanismo. Ante la tentación sexual, así como la duda o la ansiedad religiosa se recetan varias curas…..pero, en especial, esta máxima; trabaja tenazmente en tu profesión. Ahora bien, además de todo lo dicho, el trabajo es básicamente una finalidad vital de la existencia, por mandado de Dios.
La opulencia es únicamente condenable cuando induce a la holganza corrupta y al placer sensual de la vida, y el afán de enriquecerse tan solo es malo si lleva implícito la seguridad de una vida indiferente y confortable. Sin embargo, en calidad de práctica del deber profesional, además de ser moralmente lícito, constituye un mandado prescrito".
"La ética protestante y el espíritu del capitalismo". Max Weber.
"Pero una golondrina no hace verano. Un usurero en el purgatorio no hace el capitalismo. Un sistema económico reemplaza a otro solo al cabo de una larga carrera de obstáculos de todas clases. La historia son los hombres.
Los iniciadores del capitalismo son los usureros, mercaderes de futuro, mercaderes del tiempo que, en el siglo XV, León Bautista Alberti definirá como el dinero. Y esos hombres son cristianos. Lo que los retiene en los umbrales del capitalismo no son las consecuencias terrestres de las condenaciones de la usura por la Iglesia, sino el miedo, el miedo angustioso al infierno.
En una sociedad en la que la conciencia es una conciencia religiosa, los obstáculos son en primer término religiosos.
La esperanza de escapar al infierno gracias al purgatorio permite al usurero hacer progresar la economía y la sociedad del siglo XIII hacia el capitalismo".
"La bolsa y la vida". Jacques Le Goff.
"La ideología se adapta tanto a los negocios como los negocios siguen a la ideología.
El motivo por el cual los financistas, mercaderes y dueños de manufacturas católicos de Italia y Flandes en el siglo XIV no produjeron la revolución industrial no reside en el hecho de no ser calvinistas.
No pretendo negar que algunas ideologías se han mostrado más favorables para la empresa capitalista que otras, por ejemplo el calvinismo más que el catolicismo, o que donde el marco social y la ideología son altamente hostiles a la empresa capitalista, ciertas ideologías minoritarias puedan ser esenciales.
Pero en Europa Occidental desde los siglos XI-XII, existió siempre una buena provisión de empresarios potenciales".
"En torno a los orígenes de la revolución industrial". Eric Hobsbawm.
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