sábado, 24 de diciembre de 2022

La Reconquista


 

"Por paradoja histórica, astures y cántabros, que siempre habían sido los grupos más reacios a ingresar en la comunidad peninsular, se erigieron en continuadores de la tradición hispánica. 

Es posible que contribuyeran a este cambio algunos grupos de guerreros  del ejército del rey Rodrigo quienes, refugiados en Asturias, acaudillaron el innato sentimiento  de independencia de los montañeses. 

Sin embargo, las acciones guerreras registradas a lo largo del siglo VIII, más tuvieron el carácter de las antiguas empresas de los montañeses contra las legiones romanas o las huestes godas, que no el de cualquier ideal de reconquista".

"Aproximación a la Historia de España". Jaime Vicens Vives.


"Y he sido el primero en negar que Pelayo fuese el sucesor de don Rodrigo y en destacar que fue elegido príncipe por los astures. 

No. Los astures al alzarse con Pelayo no pensaron ni en restaurar el reino godo ni en reconquistar España. Las dos ideas nacieron después. El neogoticismo fue concepción tardía de avanzado el siglo IX. 

Si. Los astures y enseguida los cántabros, no se alzaron con Pelayo para reconquistar España, se sublevaron porque desde antes de nuestra era habían gustado de vivir libres y habían aprovechado cuantas ocasiones hallaron para lograrlo".

"Estudios polémicos". Claudio Sánchez-Albornoz.


"Tantas generaciones de actividad militar tuvieron sin duda una importancia fundamental en la historia hispánica. 

Los escritores castellanos de tiempos posteriores llamaron a esa época Reconquista, aludiendo así a la existencia de una lucha por recuperar un territorio que siempre les había correspondido por derecho. 

Pero la palabra reconquista es tan inexacta como engañosa, pues los musulmanes tuvieron una presencia dominante en la península durante casi siete siglos, mucho más tiempo que la mayoría de príncipes cristianos, quienes conquistaron tierras que nunca habían sido suyas".

"Brevísima Historia de España". Henry Kamen.


"La legítima recuperación de este bien, que formaba parte de su herencia y la restauración del antiguo orden violentado, justificaba la acción armada contra los inicuos usurpadores, les confería una razón legal para combatirlos hasta que fueran expulsados y rehabilitada la originaria situación de partida. 

Ciertamente no en todos los reinos y cortes cristianas este discurso vindicador tuvo la misma fuerza, siendo así que sería en los ámbitos asturiano, leonés y castellano donde su expresión alcanzó la mayor contundencia. 

Fue precisamente en el reino de Asturias, a finales del siglo IX, donde se formuló por primera vez, en el marco del ciclo cronístico inspirado por Alfonso III.

Remarcando una directa continuidad con la monarquía goda, en dichas crónicas se da cuenta de la ocupación de la patria de sus antepasados desde los tiempos del rey Rodrigo por parte de los sarracenos y de cómo la retienen en los días en que se escriben estos relatos, al tiempo que se deja constancia del combate protagonizado por los cristianos en orden a la expulsión de los musulmanes y a la recuperación de su herencia, una esperanza que esperan se concrete en un futuro más o menos cercano.

Los monarcas leoneses y castellanos posteriores heredaron y repitieron este mismo discurso vindicativo y reconquistador a lo largo de todo el periodo medieval, de modo que a finales del siglo XV seguía vigente con toda su fuerza".

"Ideología cristiana para la justificación de la guerra santa en la Península Ibérica medieval". Francisco García-Fitz.

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