"La sociedad se nos muestra como una masa heterogénea, jerárquicamente organizada. La jerarquía siempre ha existido, excepto quizá entre pueblos salvajes que viven dispersos como animales.
De ello se desprende que la sociedad siempre es gobernada por un pequeño número de hombres, por una élite, incluso cuando parece que tiene una completa organización democrática.
Ello ha sido reconocido desde los tiempos más remotos.
En la democracia ateniense había demagogos, líderes del pueblo. En nuestros tiempos, las democracias en Francia, Inglaterra, EEUU….son de hecho gobernadas por un pequeño número de políticos.
Se puede concebir una sociedad en la cual la jerarquía sea permanente, pero dicha sociedad no sería real. En todas las sociedades humanas, incluso en aquellas organizadas en castas, la jerarquía eventualmente se modifica.
La principal diferencia entre las sociedades consiste en esto; que el cambio puede ser más o menos lento, o más o menos rápido.
El hecho de que las aristocracias desaparezcan emerge en toda la historia de nuestras sociedades. Es un hecho conocido desde los tiempos remotos. Esta historia de las sociedades humanas en gran medida es la historia de una sucesión de aristocracias.
Todas las formas de vida degenerarían si no interviniese la selección. La raza humana no puede escapar de esta ley. Los humanitaristas pueden cerrar los ojos e ignorar deliberadamente esta verdad, pero ello no cambia los hechos.
Algunos elementos degenerados que deben ser eliminados por la selección surgen en todas las especies. La tristeza causada por esta destrucción es el precio que se debe pagar para el perfeccionamiento de la raza.
Es uno de los muchos casos donde el bien individual está en desacuerdo con el bien de las especies.
Algunas formas de selección pueden desparecer, pero deben ser reemplazadas por otras para que la raza no degenere.
Actualmente, algunos piensas que la raza humana puede organizarse con la selección operada a través de la guerra. Ello puede ser cierto o erróneo.
Con respecto a la jerarquía, la sucesión de aristocracias y la selección, el problema de la utilidad máxima es principalmente cuantitativo. Las sociedades humanas no pueden existir sin una jerarquía, pero sería un error concluir que serían más prosperas cuanto más rígida sea la jerarquía.
De hecho, el cambio en las aristocracias es útil, pero una cierta estabilidad no debe ser ignorada. La selección debe mantenerse dentro de unos límites, de forma que sus efectos ventajosos para las especies no sean comprados con mucho sufrimiento por los individuos.
Una nueva aristocracia, que pretende suplantar otra más vieja, normalmente presenta batalla, no en su propio nombre, si no en nombre de las masas. La aristocracia naciente siempre se disfraza con la máscara de la democracia".
"Manual de economía política". Vilfredo Pareto.
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