Los gitanos de España

 

"Las buenas relaciones entre gitanos y la nobleza de España rara vez cobraran un aspecto tan espectacular, pero hasta el siglo XVII seguirán siendo notorias. 

En el curso de los dos siglos siguientes se mencionará con suma frecuencia la protección concedida por los grandes a la raza perseguida, y esta complicidad recibirá diversas explicaciones por parte de quienes la denuncian.

La gran inversión de valores, comenzada por los Reyes Católicos a finales del siglo XV, se produce primero en detrimento de la tolerancia. Los años 1478 y 1479 presencian el nacimiento en Castilla de la nueva Inquisición. 

En 1492 tiene lugar la toma de Granada, la expulsión de los judíos y el descubrimiento de América. 1499 es la fecha de las primeras rebeliones de los moros del Albaicín y de la primera ley contra los gitanos. En 1502, los moros deben convertirse o de lo contrario abandonar España.

Hacia la misma época, cansadas de dar limosas a unos gitanos cuyo peregrinaje no tiene fin, las autoridades de Castellón los expulsan de la ciudad amenazando con emplear la fuerza, pero es sobre el conjunto del territorio donde “griegos” y “egipcios” son recibidos cada vez peor. 

Si aun reciben una que otra limosna es para que se larguen cuanto antes. El 4 de marzo de 1499, siete años después de la expulsión de los judíos y tres años antes de la conversión forzada de los musulmanes, los Reyes Católicos ponen a los gitanos contra la pared; o se vuelven sedentarios y se ponen a trabajar como todo el mundo, o desaparecen. 

Mientras que no hace mucho los soberanos de Castilla o de Aragón recomendaban a sus súbditos ayudar a los exiliados de la fe católica entregándoles la limosna por el amor de Dios, ahora Isabel y Fernando se escandalizan al ver a esta gente viviendo de la mendicidad y de otros recursos contrarios a la voluntad divina".

"Los gitanos de España". Bernard Leblon.