martes, 12 de septiembre de 2023

El feudalismo andalusí


 

"Aun así, en al-Ándalus y en el mundo musulmán en general, siempre se tuvo constancia  de que todo el poder personal no era sino delegación de un poder público, el cual a su vez representaba a la comunidad de creyentes con la que ideológicamente tenía una relación contractual. 

Consecuentemente, si bien en al-Ándalus se conocieron dominaciones personales, no se conoció nunca un contrato de fidelidad feudal. 

Y aun en el caso de que con esas protecciones o usurpaciones se fueran creando grandes latifundios, no dejaban de hallarse sometidos a las limitaciones que imponían las atomizadoras particiones de la herencia islámica, las confiscaciones o los cambios de régimen, a saber; emirato, califato, periodo amirí, época de las taifas, periodo almorávide y las llamadas segundas taifas, periodo almohade y la aparición de las terceras taifas.

Por estos y otros motivos, al darse en al-Ándalus una clara ausencia de señores de renta, era imposible como ya se ha dicho, que se formarse un estamento militar cohesionado, por carecer los terratenientes de bases dominicales, eso es, del derecho a pago y prestaciones que el señor del feudo recibía y cuya función última era defender a sus siervos. 

Ello traería como consecuencia una debilidad endémica de la sociedad andalusí frente a los cristianos del norte.  

La función de defensa del territorio recayó en el Estado, a cuya cabeza se encontraba el emir, el califa o el rey".


"De la desaparición de al-Ándalus". Felipe Maíllo Salgado.

No hay comentarios: