miércoles, 12 de febrero de 2025

Disidencia y falangismo; El FSR

 



1) Orígenes

A mediados de los años 60, arranca todo un nuevo tipo de disidencia interna falangista en el régimen de Franco. O, al menos, de inspiración y participación de sectores “disidentes” del falangismo que luego vendría a llamarse auténtico.

Casi al mismo tiempo que se desarrollaba la primera etapa de proyectos como la revista  “Sindicalismo” o el conocido Centro Social Manuel Mateo, activistas y dirigentes del falangismo enfrentado al sistema emprenden nuevos ensayos políticos. 

De todos ellos, sin duda, el más curioso y menos conocido de cara al público general fue el Frente Sindicalista Revolucionario de Narciso Perales.

Perales, como afirma su biógrafo Miguel Argaya Roca, fue un camisa vieja falangista de primera hora, partícipe en el bando nacional durante la guerra civil, y posteriormente titular de la Jefatura Provincial de León (1941-1943), ya en el nuevo e incipiente régimen de Franco, de donde dimitió e inició su activismo falangista disidente, por el cual fue represaliado.

Desde su prestigio como médico y camisa vieja, Perales se irá acercando a los otros proyectos de oposición que, si bien nunca habían dejado de existir, ahora volvían a arrancar. 

Sheelagh Elwood en su libro “Prietas las filas”, ofrece una aproximación al origen de toda esta fenomenología del nuevo falangismo revolucionario, cuando afirma;

“El sector de Perales de la Falange alternativa, hacia nuevos esfuerzos por generar un puesto en el tradicional territorio de la izquierda, bajo el nombre de Frente Nacional de Trabajadores (FNT). Al mismo tiempo, se creó una rama estudiantil del FNT, el Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES), dirigido por Jorge Perales, José Real, el actor Juan Diego y Sigfredo Hillers.

Conforme avanzaba la década, surgieron los conflictos internos entre el FNT y el FES, a propósito de cuestiones de organización. Como consecuencia de estas discrepancias internas, el FNT se separó del FES en 1965 y tomó el nombre de Frente Sindicalista Revolucionario (FSR), con la intención de crear una organización sindicalista revolucionaria dirigida a todos los trabajadores no previamente afiliados a la Falange, y concretamente hacia los anarquistas.

En 1966, el FSR dirigido por Narciso Perales Herrero, celebró una asamblea en Madrid como resultado de la cual salió elegido un comité central, de ocho miembros, de los que Perales era el vicepresidente y Manuel Hedilla Larrey el presidente”.

Así pues, el FSR de Narciso Perales nace en este momento de la mano de Hedilla. Manuel Hedilla no era cualquiera, recordemos. 

El viejo dirigente falangista, sucesor de José Antonio tras su fusilamiento en la guerra civil, y opuesto a la unificación franquista en 1937, pasó una década en las cárceles y confinamientos franquistas de la postguerra civil, y posteriormente, en 1965-66, vuelve brevemente a la arena política conjuntamente con Narciso Perales para reorganizar a todo ese falangismo auténtico, opuesto a la dictadura franquista y semi-clandestino.

Si bien la historia del FSR duró bastante tiempo, y Narciso Perales al frente de él, entre 1966-1976, la unidad con Hedilla no duró mucho tiempo y, como afirma Elwood, apenas dos años después de su creación (e ilegalización por el régimen franquista), en 1968, el sector más conservador de Manuel Hedilla genera una división interna en la FSR a resultas de la cual Hedilla creará el más abstracto y neutro Frente Nacional de Alianza Libre-FNAL.

En el artículo “Historia del Frente de Estudiantes Sindicalistas”, que toma como base  el trabajo de investigación titulado "El FES, una manifestación de la oposición falangista al régimen de Franco" de Francisco Blanco, se afirma sobre los orígenes de la FSR igualmente, que;

“El relevo en el incipiente obrerismo se hará con las siglas FNT y como inspirador de ese Frente Nacional de Trabajadores actuará el histórico falangista disidente Narciso Perales Herrero.   

¿Qué pretendía el FNT? Crear un sindicato único,  libre, representativo y obligatorio, y luchar por la desaparición del capitalismo. Se creía en una sociedad con banca de la nación, en la que los servicios públicos fueran lo que su nombre indicaba y donde la propiedad de tierra y empresa fueran de los que las trabajaban.

El FNT cambiará su nombre, para hacer más vendible la mercancía por el de Frente Sindicalista Revolucionario. Según Ellwood es el 66 el año del abandono de Perales y de otros militantes por el autoritarismo que, según decían, imponía Hillers en la organización”.


2) El programa del FSR

Sobre la organización interna del FSR entre 1966-1976, de la que Narciso Perales es uno de sus principales organizadores y dirigentes no tenemos una información demasiado detallada, en parte por el posible no muy elevado número de militantes de dicha organización, que no debió de ser una de las más numerosas del activismo tardofranquista y por la lógica actuación clandestina del grupo, y es muy posible que su activismo se dedicara al análisis crítico de la realidad política, económica y especialmente laboral y sindical del régimen franquista, el reparto de propaganda, canalizada a través de sus principales órganos de expresión del movimiento, los boletines “Frente” en Madrid o “Lucha Permanente” en Cataluña,  y el intento más o menos exitoso de participar en el movimiento obrero.

A pesar de ello, tenemos algunos de sus principales textos. 

En el manifiesto original de la FSR, recogido en el trabajo “La extrema derecha en España: del tardofranquismo a la consolidación de la democracia” por José Luis Rodríguez Jiménez, se afirma la necesidad de luchar contra;

“La explotación de los asalariados, que cada día perciben una parte proporcionalmente menor del producto de su esfuerzo, potenciado cada día más por la técnica. 

La especulación de los solares y viviendas, el fraude financiero y comercial, el cohecho de los funcionarios públicos, la impunidad para los delincuentes y capitalistas.

El crecimiento de los grupos financieros que manejan los resortes del Estado en su beneficio.

Los intelectuales que quieren canalizar el descontento del pueblo español de forma que se salve el capitalismo con la apariencia de una democracia falsa: la democracia burguesa.

Los comunistas que pretenden poner el Movimiento Obrero al servicio de una de las dos potencias imperialistas, y hacer triunfar en España una revolución traicionada y fracasada en Rusia, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, etc.; y que acabó en otra forma de explotación de los trabajadores.

La sociedad burguesa, corrompida por la propaganda, el erotismo, el lujo y la comodidad”.

Esto, que  Rodríguez Jiménez califica como un “anti-todo”  en realidad no se aleja de las viejas reivindicaciones del falangismo joseantoniano y de la línea auténtica que se puede encontrar en figuras como el propio Narciso Perales incluso ya desde la época del gobierno civil leonés en los primeros años 40; la lucha contra la especulación, contra los abusos y la corrupción del capitalismo burgués, y a favor de los derechos de los trabajadores y asalariados.

A pesar de su organización rápida, y de la creación de un primer manifiesto, asumimos que en sus primeros momentos de creación, sin embargo el FSR de Narciso Perales no contará con órganos de expresión escrita hasta mucho más tarde de su creación y bien avanzada la historia de la organización. 

El primero de ellos en salir fue “Frente”, órgano de la Junta Local del FSR de Madrid, cuyo primer número, que se conserva paradójicamente en el Archivo del PCE, está fechado en julio de 1968, es decir, dos años después de la creación de la organización.

En este primer ejemplar de “Frente”, se afirmaba;

“El pasado mes salía Frente en su número 0. Nuestros camaradas difundieron los ejemplares en todos los lugares en que había hombres dispuestos al diálogo y a la conjunción de esfuerzos. 

Y en todas partes se entendió el sentido de Frente, se aprobó su orientación, y quedó fortalecida la voluntad de quienes luchan en su torno, que es la voluntad del pueblo militante, del pueblo de siempre, que esperó y luchó y vuelve a esperar alentado por las mismas ideas de trabajo y solidaridad.

Frente sigue adelante, perfeccionado, más combatiente, con las mismas afirmaciones que el número anterior, porque quienes por el servicio al pueblo, quienes se integran en la lucha por la justicia, no tienen nada que rectificar.

Pese a todos los riesgos, pese al verdadero sacrificio que nos cuesta llevar adelante estas hojas, repartirlas por todos los sectores, seguimos con satisfacción nuestro camino, en nuestra obligación. Y tú, que entiendes nuestra lucha, que es la tuya, tú trabajador madrileño, camarada; propaga y difunde Frente”.

En su primer ejemplar, Frente incluye todo un catálogo de declaraciones revolucionarias y combativas que bien podrían pasar por cualquier boletín de la izquierda marxista o anarquista de la oposición antifranquista, como se evidencia en;

“Está sonando la hora de la juventud revolucionaria, del machar fuerte y rotundo arrasando las causas de esta injusticia de la que España no sale. Apunta ya el momento del escalpelo firme en una sociedad que no deja de ser finca y capricho de unas cuantas familias. 

¡Sépanlo quienes comercian con el trabajo español! ¡Sépanlo caciques y especuladores, banqueros y negreros por cuenta ajena, comerciantes del sudor humilde! ¡Sépanlo bien…vamos a por ellos!!”.

En otro artículo, titulado, “Por una revolución de todos”, afirmaban;

“Por una revolución de todos, los militantes del FSR, mantienen su lucha por una revolución de todos, jóvenes y veteranos, trabajadores y estudiantes, unimos los esfuerzos frente a una realidad mediocre, y frente a persistente situación de injusticia.

Por una revolución a favor de los braceros del campo, abandonados a los caprichos del poder feudal terrateniente, a favor del campesino minifundista que agota su vida entre los duros surcos, acosado por el pago de altas contribuciones.

Por una revolución que haga realidad las soluciones de recambio maduradas a través de la historia de la lucha de los trabajadores. Por la autogestión de los medios de producción. Por la entrega del control, la propiedad y los beneficios de las empresas a los trabajadores organizados en sindicatos.

Por una revolución del campo de los servicios, y del trabajo intelectual. Para que la cultura sea puesta al servicio del pueblo, y éste tome la conciencia de un quehacer superior en la realización del hombre como tal.

Por una revolución de todos, por una tarea constructiva y solidaria, por la justicia y la libertad para el pueblo español y la nación española.

No más deberes sin derechos, no más derechos sin deberes”.

E incluso, entre los párrafos con citas de Fidel Castro, del escritor republicano Ramón Sender, del anarcosindicalista Juan Gómez Casas, del falangista Ceferino Maestú, o los informes sobre la sociedad de consumo, sobre la amnistía política, sobre el sindicalismo revolucionario, sobre la historia del movimiento obrero español, sobre las problemáticas estudiantiles, sobre el ya incipiente problema de ETA,  sobre los conflictos laborales,  o incluso algunas notas de política internacional, se incluye también un mínimo programa básico político del FSR, titulado “Queremos”, donde se pide;

“Que se haga la reforma agraria, para entregar la tierra al que la trabaja en propiedad familiar, sindical o cooperativa.

La inmediata nacionalización de la banca, eliminando sus privilegios y cargas, abaratando y humanizando el crédito para llegar a la creación del crédito sindical.

La desaparición del asalariado, la reducción de los intermediarios, la desarticulación de los monopolios, la protección del cooperativismo.

La gestión de la empresa por los propios trabajadores, estando la propiedad en sus manos.

Un robustecimiento de las unidades de convivencia, municipios, regiones, comunidades laborales e integraciones sindicales, por medio de la descentralización administrativa.

Una política de educación que se base en la igualdad de oportunidades.

La incorporación del pueblo a la política. 

La implantación de normas de solidaridad nacional entre españoles.

La existencia de los obreros no esté a merced de burgueses codiciosos ni de políticos desaprensivos.

Que toda España reconozca la razón que asiste a las masas obreras si se quiere evitar que impongamos enérgicamente esta razón.

Y en definitiva, el estado sindical”.

No es muy difícil observar la pluma o la inspiración de Narciso Perales o de sus textos y escritos en este pequeño manifiesto programático del FSR, habida cuenta de la presencia de puntos muy similares o iguales en algunos de los escritos anteriores y posteriores de Narciso en lo relativo a su definición ideológica.

Como vemos, un punto de vista abiertamente crítico el del FSR con el  régimen franquista, y a favor de tratar de instaurar un sistema sindicalista y revolucionario de los trabajadores. 

La actividad del FSR en realidad fue escasa al margen de la producción teórica cada vez más radicalizada, y ya para 1975-76, una vez muerto Francisco Franco y en los primeros meses de iniciarse la transición democrática, experimenta un cambio notable que, de hecho, venía ya dándose objetivamente dentro de la organización.

La FSR cambia a partir de los años 70, especialmente con la salida de Hedilla y la entrada en la organización de un grupo joven de activistas, más atraídos por el sindicalismo, el anarquismo, y las nuevas corrientes anti autoritarias de los años 60 y 70 que en el falangismo auténtico o en el nacionalsindicalismo original de Narciso Perales y que, de hecho, harán que ese nuevo FSR postfranquista derrape a hacia el sindicalismo autogestionario, perdiendo todas las connotaciones posibles con el falangismo disidente, y desapareciendo en el sinfín de siglas que florecieron en los primeros años de la transición.


Publicado en; https://www.xn--elespaoldigital-3qb.com/disidencia-y-falangismo-el-fsr/


Fuentes

-“Narciso Perales”. Miguel Argaya Roca. Diccionario Biográfico R.A.H.

-“Prietas las filas”. Sheelagh Elwood.

-“Historia del Frente de Estudiantes Sindicalistas”, que toma como base  el trabajo de investigación titulado "El FES, una manifestación de la oposición falangista al régimen de Franco". Francisco Blanco.

-“La extrema derecha en España: del tardofranquismo a la consolidación de la democracia”. José Luis Rodríguez Jiménez.

-Ejemplar  propio de hemeroteca del primer ejemplar de “Frente” del FSR.

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